Queridos compañeros:
¿Qué tal la sesión del día de hoy? interesante, no? lástima que no hayamos tenido luz para terminar de escuchar esa hermosa canción de entrada e impregnarnos de todo su contenido. Es ese el motivo por el cual tuvimos que modificar la agenda de actividades. Sin embargo, consideramos que el trabajo fue productivo.
Los invitamos a que en este espacio plasmen esas bellas historias que redactaron y que seguramente a todos nos interesará mantener como recuerdo (ya que tuvimos la oportunidad de escucharlas en la sesión). Esta experiencia de tener un primer contacto con el arte de escribir fue todo un reto, pero también, una enorme oportunidad de poder darnos cuenta de que nada es imposible para nosotros, que todo lo que nos propongamos podemos hacerlo y hacerlo bien.
Reciban un abrazo y nuestro reconocimiento.
Buenas Noches Estimadas maestras quiero decirles que los vídeos hasta hoy presentados, el de Facundo Cabral fue el que toco algo en mi de nueva cuenta y me hizo recordar tiempos pasados, no digo que el de Arjona no este bueno, pero a lo mejor por que yo crecí con la música de Facundo Cabral, bueno cada quien tiene inclinación por uno u otro canta-autor.
ResponderEliminarEl trabajo realizado el día de hoy nos permitió conocer el escritor interno que a lo mejor ignorábamos que lo teníamos, fue un verdadero placer trabajar de manera grupal en inventar una historia, claro hubo compañeros que se salieron del contexto, pero ahí estaba el reto de volver encajonarse al guion que se estaba realizando.
Pasar a trabajar enseguida por equipo con los profesores Crescencio, Adela y Macario fue una experiencia agradable porque cada uno de nosotros demostró la capacidad imaginativa de una historia.
La cual a continuación me es grato publicar y que lleva por nombre:
"JUANITA"
Erase una vez una jovencita de nombre Juanita que recién había terminado sus estudios de secundaria y con la ilusión de continuar con su preparación emigro a la Ciudad de Tlapa en compañía de sus padres, quienes motivados por la actitud de Juanita decidieron apoyarla, dejaron en su pueblo todo lo que en mas de veinte años habían logrado juntos, casa, familia, etc.
En la tarde de un día nublado de Agosto, se dispusieron a buscar un lugar donde podrían vivir mientras Juanita terminaba sus estudios. Una vez que la familia ya había encontrado un lugar donde vivir, parecía que las cosas estaban marchando bien, Juanita iba bien en la escuela, pero le costaba encontrar amigos y amigas, ademas los padres de ella no podían establecerse, no había trabajo para el papá, la mamá se encargaba de sacar adelante la familia, pero poco a poco y con el entusiasmo, esfuerzo, dedicación y sobre todo el entusiasmo y la inteligencia de Juanita que llevaba el mejor promedio en la escuela las cosas fueron mejorando.
Juanita logro culminar con éxito sus estudios profesionales llenando de satisfacción a sus padres que habían depositado toda su confianza en ella.
Cabe aclarar que cualquier similitud con la vida real de alguna persona es pura coincidencia.
atentamente
los escritores:
Crescencio, Adela, Rogelio y Macario
Esperamos que esta pequeña historia sea de su agrado, que pasen muy buenas noches, hasta mañana.
Querido equipo:
EliminarSon ustedes ¡geniales! muchas gracias por su participación. Perdón por lo cargado de la sesión de hoy, pero así es esto.
Un abrazo
El siguiente relato será publicado en dos partes ya que el máximo por comentario es de 4.096 caracteres.
ResponderEliminarRELATO: EL VIEJO COYOTE
Prof. Julio Lázaro Bazán
Primera parte
En una aldea ubicada al pie de una montaña cubierta de encinos y pinos de cuyas alturas bajan dos manantiales de agua casi helada vivía un hombre de avanzada edad, su casa humilde con dos paredes de adobe y las otras completadas de madera abrigaban a este personaje solitario.
Los pobladores guardaban respeto y compasión al hombre pues sabían de su historia: su esposa murió de parto, una hija a los diez años fue atacada por una extraña enfermedad y terminó con su existencia, el hijo mayor murió en un accidente de una mina en la que trabajaba, así es que su compañía eran sus recuerdos de aquellos primeros años de una familia completa y esos utensilios viejos que colgaban del techo cubiertos de telaraña.
Este hombre a los que los pobladores le llamaban “el viejo coyote” tenía varias cualidades que lo hacían agradable: era respetuoso, amable, solidario y la más extraordinaria era que hablaba con los animales. Esta última característica no pasó desapercibida por los niños de la aldea quienes en ocasiones dejaban escapar risas discretas que eran reprendidas por los padres cuando se daban cuenta.
El viejo coyote se levantaba antes que el sol saliera, agradecía el canto del ave que graznaba en el árbol de su casa. No le gustaba ver arañas o grillos muertos por pisadas de la gente, cuando así ocurría se lamentaba en voz baja y maldecía al responsable de las muertes de los insectos, se agachaba los recogía en la palma de su mano y los llevaba a sepultar bajo la sombra de los árboles.
Los animales no le temían, aves, perros, mariposas y reptiles visitaban frecuentemente su vivienda donde siempre encontraban migajas de pan, tortillas y granos que el viejo dejaba adrede.
Cierta tarde, unos cazadores dieron muerte a un coyote, felices por la hazaña trajeron el trofeo al centro de la aldea, el viejo se acercó y observó con tristeza que era una hembra, vio sus grandes ubres con claras señales de que estaba amamantando y que en algún lugar del bosque habían quedado huérfanos sus cachorros. El viejo discretamente se secó una lágrima con la tela de su manga, dio la media vuelta y se retiró moviendo la cabeza reprobando la acción.
Al siguiente día, como de costumbre el viejo coyote se levantó muy temprano y emprendió su caminar hacia el espeso bosque, dos días no se supo nada de él, cuando casi ya para anochecer bajo de las montañas con dos cachorros machos de coyote, la gente compadecida regalaba leche al viejo para que éste alimentara a los cachorros, así crecieron y acompañaban al viejo a sus visitas al bosque, poco a poco los coyotes salían solos y después de horas regresaban, en ocasiones tarda tardaban días en regresar hasta que ya no volvieron, de ahí el nombre del “viejo coyote”.
Segunda parte
ResponderEliminarCuando se le preguntaba al viejo por sus coyotes éste respondía contento: -“mis muchachitos seguro son unos formidables padres”, y seguía comentando lo orgulloso que se sentía de haberlos rescatado y que ellos si pudieran tener una familia.
En una fría madrugada de invierno los habitantes no pudieron conciliar el sueño pues el aullar de los coyotes fue tan intenso, parecía que toda una jauría compuesta de coyotes cachorros y adultos se empeñaban en avisar algo.
Al salir el sol los habitantes comentaban el extraño suceso percatándose que el amable viejo no se encontraba entre ellos, decidieron ir a buscarlo a su choza, al llamar y no recibir respuesta decidieron entrar encontrando sobre un catre el cuerpo inerte del viejo coyote el cual mostraba en su rostro una gran tranquilidad, al observar con más cuidado notaron huellas de coyotes de todos tamaños y cerca de la cama sobre el suelo rastros de que habían dormido allí los coyotes quienes toda la noche con su aullar despidieron y velaron el cuerpo del viejo.
Los habitantes consternados, hicieron lo propio, dándole sepultara. De vez en cuando en lo alto de la montaña se escucha el aullar de los coyotes, los hombres se quitan el sombrero en señal de respeto y las mujeres hacen una reverencia religiosa.
Después de estos acontecimientos, en reunión, los pobladores decidieron respetar la fauna y flora del lugar y no permitir más la entrada a ningún cazador. La enseñanza del “viejo coyote” transformó las relaciones de los habitantes con la naturaleza.
Querido maestro Julio:
EliminarSólo puedo decir: No cabe duda que hay cosas que se llevan en LA SANGRE.
Un abrazo
Relato por equipo: La pasión de Jimena.
ResponderEliminarJulio Lázaro, Emma Martínez, Santiago F. García, Anaximandro Tapia, Edgar García y Galdino Díaz.
En una población lejana cierto día una hermosa joven de aproximadamente 17 años se paseaba por los céntricos jardines con que cuenta el lugar, ella de lindos ojos cafés, alta, esbelta y pelo largo, acostumbraba llevar una fresca flor entre sus limpios cabellos.
En una hermosa tarde se encontraba mirando el horizonte cuando entre los árboles se vio una silueta de un joven de ojos verdes, color de piel blanca que cautivó a Jimena de tal manera que le impresionó y se enamoró de él.
Desde esa tarde, Jimena y Edgar se reencontraban mirando el atardecer, llenos de pasión y enamorados, pero un día abrazados estaban pensando lo felices que eren desde hace muchos meses.
Ellos enamorados, fueron al campo y entre los árboles de naranjos en flor se juraron amor eterno. Para ellos ya ere imposible vivir separados y decidieron unir sus vidas para siempre. Edgar le propuso matrimonio a Jimena, ella acepto gustosamente, no sin antes decirle que para ello tendrían que comentarlo con sus familias, los padres de ambos serían los que aprueben dicho matrimonio.
Todo salió conforme los enamorados lo tenían planeado, la boda fue de las mejores, el pueblo completo asistió deseándole a los recién casados toda la felicidad.
Querido equipo:
ResponderEliminarBuen trabajo, gracias por compartir con nostros, en este espacio una historia tan emotiva.
Un abrazo
Buenas noches maestras Inés y Socorro, compañeros del grupo un placer saludarlos a todos, les presento mi relato espero sus comentarios para recibir retroalimentación de ustedes, en este ejercicio de ser creadores de un texto literario.
ResponderEliminarEl cazador de venados.
Caminan juntos bajo la luz de la luna llena, siguiendo el estrecho camino lleno de piedras afiladas y puntiagudas que si alguién resbala es seguro que se lastime por esas piedras. El más alto de ellos carga una escopeta calibre dieciseis, sombrero de ala ancha que resplandece el color blanco bajo la clara iluminación de la luna, lleva puestos guaraches de hule y correas cruzadas, el pantalon que porta es de mesclilla y camisa con cuadros de vivos colores amarillo, verde, azul y blanco, la cara de ese hombre, se muestra serena pero con cierta preocupación, la vista de halcón que posee, constantemente enfoca hacia los lados, tratando de ubicar el lugar en donde se encuentran los coasahuates que son árboles que en este mes de noviembre se visten de blanco por sus flores, y dichas flores son un manjar para los venados que se dan cita noche tras noche en esos lugares, en donde predominan estos árboles, de pronto rompio el silencio el acompañante que es un adolescente de apenas dieciseis años en los hombros porta un rifle calibre veintidos de sólo dos tiros, se le nota el cabello largo y ondulado bajo la gorra tipo militar que porta, la cara alargada y nariz aguileña con ojos claros, le dice _ ¿ya mero llegamos?_ le contesta el cazador, _ no aun nos falta subir aquel pequeño cerro_ le señala al lado oeste, _ pero no te preocupes por este lado hacia donde nos dirigimos rumbo a esa barranca, hay dos árboles de coasahuate y como está cerquita el arrollo de chiltzintla, acostumbran bajar a tomar agua los venados y de paso comen las flores es probable que nos quedemos alli primero, pero por favor ya deja de fumar porque el humo del cigarro auyenta a esos animales que nosotros vamos buscando_ al escuchar la orden del cazador el jovenzuelo tira el cigarro humeante y lo piza para apagarlo totalmente y así evitar que se provoque un incendio, auque para estas fechas aún existen matorrales y zacate verde, _recuerda las recomendaciones que nos dio el abuelo de tener mucho cuidado del nahual que se siente dueño de los venados, ten mucho cuidado por cualquier movimiento, lleva preparado tu arma para enfrentar al “misuehue” (león) que toma forma el nahual sí lo encontramos dispara a matar al cabo que nuestras armas ya los “curamos” estan preparados para matar hasta el mismo maligno_ dijo el cazador a su acompañante, y éste contesta:
(continua 2 parte...)
Querido maestro Santiago:
ResponderEliminarUn placer leer su relato, espero con ansias la segunda parte, ya me dejó intrigada.
Un abrazo
Buenas noches maestras Inés y Socorro, debido a que el Blog no soporta muchos caracteres subo mi escrito en tres partes.
ResponderEliminar(continuacion 2 parte...)
_ ¿Es cierto eso que nos platicó el abuelo que el nahual que vive en el pueblo vecino odia a los cazadores?
_Sí él ha comentado con otros nahuales que se le dificulta encontrar su comida, porque se van extienguiendo los venados por la cacería que practicamos, _no te preocupes si lo encontramos yo creo que no se nos escapará lo llenamos de plomo, afirmó el joven, entre la platica que llevaban y los pasos largos y rapidos llegaron a los coasahuates que se encuentran cerca del arrollo, el cazador experto le dijo cuchicheando, _vamos a acercarnos despacito puede que ya se encuentren algunos venados, no hagas ruido, el joven no contestó, ya se miraban muy cerquita los coasahuates y debajo de ellos había mucha flor caida y sin rastros de que se hayan presentado los venados_ entonces el cazador le dijo a su acompañante, _mira subete a ese árbol de “alahuak” ahí te tocará esperar a que lleguen los venados y si los tienes cerca le disparas al macho, debemos de evitar cazar a las hembras, yo me iré por el lado opuesto, se quedó el muchacho y se subió al árbol para esperar el momento oportuno de poder cazar a su primera victima, estaba muy emocionado ya se imaginaba disparando y ver cómo moría el venado de grandes cuernos, se acomodó en una rama del alahuak y esperó, mientras que su compañero el cazador mayor también eligió un árbol de encino que estaba cerca para subirse a él y esperar a que llegaran las presas, la luna se habia colocado justo en medio del cielo, desde ese lugar se olleron doce campanadas del reloj de la iglesia del poblado cercano, eran a las doce de la noche, a lo lejos el cazador percibió el movimiento de un animal, la silueta que se veía le daba la impresión de que era un venado y se acercaba cada vez más hacia los coasahuates que por la iluminación de la luna parecían cómo pinos de navidad, llenos de nieve por las flores blancas que tenían cubiertas, el animal se acercaba más llegando hasta debajo de los coasahuates, es cuando el cazador se dió cuenta de que no era un venado, sino que era el “misuehue”, el nahual y se dirigía directamente en donde estaba escondido, al llegar abajo del árbol de encino dio un brinco tratando de tumbar al cazador, éste muy habil en el momento de brincar el animal le disparó asestandole en el pecho, cayo herido el nahual, se levantó y tambaleante se dio a la huida, mientras que el cazador sorprendido y espantado ya no pudo dispararle otro balazo para aniquilarlo, al escuchar el disparo el joven, se bajó corriendo del árbol en donde estaba escondido y se dirigió hacia el lugar en donde se encontraba su padre y le preguntó, _¿mataste el venado? _no era venado, era el nahual, le disparé y estoy seguro que le dí, se fue herido, - habló con su voz ronca y entrecortada, _vamonos es probable que vengan compañeros de él y nos sorprendan, a que horas estamos mira tu reloj, el muchacho observó el reloj y le contestó _ faltan quince minutos para la una de la mañana, ¿nos iremos a casa? preguntó, contestó el papá:
(continua 3 parte...)
Querido maestro Santiago:
EliminarSu historia me intriga más cada momento, espero con mucha ansiedad leer la última parte.
Un abrazo
Aquí la ultima y tercera parte del texto, una disculpa por extenderme tanto.
ResponderEliminar_No, nos dirigiremos hacia el pueblo en donde vive el nahual para saber sí es el que le disparé, de camino nos haremos aproximadamente tres horas y ahí esperaremos a que amanezca y sabremos sí es cierto lo que pienso, se fueron caminando rumbo al pueblo vecino, reflejandose el miedo en sus semblantes, por fin ya muy cansados llegaron por la madrugada a orillas del poblado donde vive el nahual, esperaron una hora más para que se aclarara bien, el cazador le dijo a su hijo:
_Vete a comprar limones dulces o naranjas en un huerto que está cerquita de la iglesía, me comentaron que por ahí cerca vive el nahual, seguramente a estas horas ya saben lo que sucedió_ el joven acató la orden y se trasladó hacia el lugar que su padre le indicó, antes de llegar al huerto dónde iba a comprar los limones dulces, escuchó la platica de dos ancianas, que espantadas se decían:
_Eran exactamente las doce de la noche comadrita cuando don Leonardo, le empezó a dar un dolor de barriga fuerte que no aguantaba, me mandaron a traer para que le preparara un té y calmar su dolor, pero fue imposible, faltando quince o veinte minutos para que dieran a la una de la mañana falleció victima de horrendos dolores, en estos momentos se encuentra tendido, como ve no somos nada en cualquier momento la muerte nos alcanza_ al escuchar lo anterior el muchaho ya no compró la fruta se regresó de ahí para venir a contarle a su papá del acontecimiento, el cazador exclamó _por fin se murió era el terror de los demás compañeros cazadores, pero no te confies existen muchos más, debemos de tener cuidado en proximas salidas, de ahí se regresaron a su casa sin haber conseguido cazar ningún venado, pero le dieron gracias a Dios por regresar sanos y salvos.
Querido maestro Santiago:
EliminarNada de disculpas, de eso se trata, de que adquiramos la destreza de escribir, de narrar, de relatar, de hacer uso de esas figuras retóricas que enriquecen a un texto y usted hace uso de la descripción muy bien.
¡Qué historia tan linda!
Un abrazo
Maestro Santiago:
EliminarOlvidé recomendarle revise el uso de verbos y categorías gramaticales.
Estimada maestra Socorro y maestra Inés
ResponderEliminarAquí les envio mi relato, espero que no se aburran leyendo.
Santiago Apóstol en la comunidad de Ecatlán.
Hace mucho tiempo, en la comunidad llamada Ecatlán, que se encuentra entre las montañas más altas de la región sucedió algo que nunca los habitantes habían visto. Fue una mañana cuando una señora fue a traer agua en el manantial, vio entonces unas huellas raras, nunca las había visto, entonces ella corre a dar parte con sus padres y hermanos, los rumores comenzaron a correr que había visto unas huellas y que no sabían a quién correspondía. Pronto el consejo de ancianos se reúne para revisar y empezar a tomar medidas para ver a quién correspondía esas huelas.
Los ancianos habían acordado que en grupos de tres o cuatro estarían vigilando día y noche el lugar y así dar con aquello que había dejado esas huellas. Pasó un día, dos días, tres días, hasta llegar a los ocho días y no aparecía nada en ese lugar, la gente comenzó a desinteresarse y dejaron de cuidar el lugar.
La gente seguía acudiendo al lugar porque es ahí en donde estaba el manantial para abastecerse de agua, pero un buen día, unas personas vieron nuevamente las huellas, corren a dar el aviso con los ancianos, entonces acuerdan que a partir de ese día se quedarían hasta descubrir el dueño de las huellas, pasaron la noche a la expectativa y fue después de un par de días que estaban vigilando cuando vieron acercarse al lugar algo que raro, nunca visto por esa región, era de color blanco, con unas orejas bien paradas, el pelo era muy fina, pero además andaba en cuatro patas, una cola, pero, no era todo sino que alguien venía encima de él, poco a poco la gente se fue acercando, comenzaron a rodear el lugar mientras aquello que dejaba las huellas tomaba agua. Sació su sed y él que estaba montado, le da la vuelta para platicar con las personas.
La gente lleno de temor, asombro, preguntaron le preguntaron que quién era, el señor que estaba vestido de color azul, con una espada en la mano, un casco, con una capa roja y un estandarte blanca, el les respondió que él era el enviado de Dios, él era Santiago, uno de los doce apóstoles de Jesús. Entonces le decían que a qué había venido, porque él no lo conocían y no sabían nada de él.
Santiago apóstol les respondió que Jesús era el hijo de Dios y que junto con él habían elegido al pueblo para que en ese lugar, en donde emanaba el agua debían de construirle una iglesia para que ahí fueran a venerarlo.
La gente se mostraba desconfiada de ese señor, comenzaron a murmurar, que por qué debían creerle, si nunca habían escuchado de Jesús, por tal razón le dijeron que pues lo iban a platicar y que después viniera para saber el acuerdo al que habían llegado.
El señor se marchó, nunca vieron por donde se fue y no vieron más huellas. Entonces por la noche se reunieron para discutir y analizar lo que les habían pedido, la reunión tardó porque no se ponían de acuerdo. Después de un par de horas, la asamblea llegó al acuerdo que no iban a construir nada, porque no sabían nada de lo que estaba pasando. (primera parte)
Querido maestro Macario:
EliminarPor lo visto usted y el maestro Santiago se han empeñado en dejarme "picada". Una historia muy interesante, espeo leer la última parte.
Le recomiendo revisar el uso de verbos y categorías gramaticales, así como la concordancia.
Un abrazo.
Segunda parte
ResponderEliminarDespués de varios días, el apóstol Santiago regresó a la comunidad y platicó nuevamente con los ancianos y le comentaron lo que habían acordado, que ellos no iban a construir nada, porque no conocían nada de él, entonces, el apóstol Santiago se sentía triste, decepcionado porque no habían confiado en él, pero que no les guardaba rencor y que les daba una nueva oportunidad por si querían arrepentirse del acuerdo y que construyeran la iglesia.
Nuevamente se fue y la gente se fue cada quien a su casa. Las huellas seguían apareciendo y nuevamente hablaron para ver si la gente había recapacitado, pero no había sucedido tal cosa, así que el apóstol les dijo que él tenía la encomienda de que si construían la iglesia, el se quedaba a vivir en la comunidad, pero como no fue así, entonces él se iba a otro pueblo para tratar de convencer a las personas y que le construyeran su iglesia.
Santiago apóstol se fue, la gente comenzó a platicar y acordaron que pues sí iban a construir la iglesia tal y como se los habían pedido. Después de varios días, el apóstol regresó y se dio cuenta que ya habían iniciado los trabajos para la edificación de la iglesia, pero era demasiado tarde, él ya había encontrado un lugar en donde establecerse, pero les dijo que él siempre se acordaría del pueblo, que lo tendría muy presente porque sí le hicieron caso, lo defendería de todo, porque él tiene el poder de ir y venir, de estar en todas partes, pero que había encontrado un lugar en donde vivir y ese lugar es Madrid España.
La gente quedó triste, arrepentido de no haberle hecho caso desde principio, le pidieron que se quedara, pero él dijo que físicamente se iba, pero su espíritu quedaba en la comunidad, que sólo le debían repicar las campanas para que él viniera a proteger a la comunidad. Desde ese día, la comunidad comenzó a adorar a Santiago Apóstol y así fue que también la comunidad se comenzó a llamar como Santiago Ecatlán.
Macario Lauro Bautista Ramírez
Querido maestro Macario:
EliminarHace usted uso de la descripción y narración de manera muy clara. ¡Una historia muy real!
Un abrazo
Estimados compañer@s es un placer saludarlos con el enorme cariño de siempre, estos grandes días de trabajo he aprendido cada vez más, pero sobre todo me encuentro con toda la disposición e iniciativa de seguir preparándome.
ResponderEliminarHISTORIA DE AMOR
Cierto día, en un pueblo no muy lejano llego un hombre guapo, moreno, alto, ojos cafés claros y sobre todo con una sonrisa que cautivaba el corazón de toda gran mujer, yo era una mujer tranquila alta, guapa, ojos claros y piel apiñonada de esas que no se enamoran de nadie, para mi el amor no cabía en el corazón tal vez por que aun era una persona llena de ilusiones de vivir, trabajar, de responsabilidades y de ser feliz con mi familia o tal vez nunca pensé que tenia miedo volver a enamorarme. Hasta que un día conocí a un hombre que me llamó la atención su personalidad, su forma de hablar, una sonrisa extraordinaria que para que les cuento, al segundo día de conocerlo comencé a sentir cosas que jamás pensé imaginar, sentir, comenzamos a ser amigos y todo iba bien a veces coqueteábamos un poco y yo cada día me enamoraba más y más de esa persona que es mayor 15 años para mi, pero en realidad no me interesaba las edades me interesaba de él que es una persona con iniciativa, enamorado, tierno y sus brazos, besos que me envolvían como en silencio de la noche, esa noche oscura, tranquila y con un amanecer precioso al día siguiente, el cual no tengo palabras solo para estar con él y mucho menos para describir toda la grandeza de este mundo lleno de amor , tan maravilloso, el cantar de los pájaros, los árboles verdes, las praderas preciosas y esta gente tan hermosa que tenemos a nuestro alrededor, hijos, amigos, seres queridos que para que menciono más esa gran riqueza que el redentor ha puesto en nuestro camino.
Ahora han pasado años, décadas de estar juntos y hasta la fecha siento que lo amo como el primer día. Cada día al anochecer y al amanecer le damos las gracias a Dios por permitirnos estar juntos nuevamente.
Saludos.
Querida maestra Emma:
EliminarGracias por subir su historia a la entrada correspondiente.
Muy romántica.
No olvide utilizar la concordancia en la redacción.
Un abrazo y mi reconocimiento por su disponibilidad para aprender cada día más. Es usted un ejemplo.
Un abrazo
Hola muy buenos días. Les comparto la historia que construí espero y sea de agrado y reflexión para todos.DEL CAMPO A LA CIUDAD
ResponderEliminarHabía una vez un grupo de pobladores que vivían en las montañas altas de Guerrero, cuenta su historia que huyeron para salvar su vidas del esclavismo español. Pasó el tiempo habitaron en contacto con la naturaleza, convivían armónicamente, así pasó mucho tiempo, cierto día unos de sus pobladores, salieron fuera de su lugar de convivencia y se percataron que fuera de ellos había otros individuos iguales que ellos pero que tenían muchos avances, que vivían de manera diferente que tenían diferentes maneras de trasportarse, de alimentarse, de convivir, quedaron asombrados a tan bello descubrimiento. Entonces este grupo de pobladores empezó a imitar muchas ideas de los nuevos pobladores, empezaron a relacionarse con ellos
En esta comunidad había hombres sabios, que daban explicación de la naturaleza, tenían la forma de medir su tiempo, tenían sus propias reglas y disciplinas. Se regían con valores establecidos por ellos, lo que les permitían vivir en armonía. Quedaron sorprendidos ante tal descubrimiento de los nuevos pobladores que ni se percataron que algo malo había llegado a su comunidad, llego la envidia, la avaricia, el egoísmo, la competencia por tener todo lo que los nuevos pobladores poseían.
Ellos solo buscaban vivir mejor, no investigaron más a fondo las costumbres de los nuevos pobladores, que también tenían sus propias reglas, solo se informaron superficialmente. Estos pobladores también eran sabios pero vivían superficialmente. De esta manera los pobladores de este lugar perdieron sus costumbres, sus valores y se sumergieron en un mundo de ideas diferentes, ahora ya no respetan su naturaleza, ahora solo buscan su propio bienestar, y ahora después de haber vencido obstáculos para sobrevivir, hoy corren el riesgo de extinguirse
Querida maestra Fortu:
EliminarMuy interesante su historia. Alusiva a la invasión española y a la lamentable aculturación o desculturización de los grupos étnicos.
Me agrada la manera que maneja la narración.
Le sugiero revisar la acentuación, y la repetición de términos, ya que eso puede prestarse a confusión en cuanto a contenido.
Un abrazo y aprovecho para decirle que me encantó su actitud durante el curso, bueno, siempre ha sido muy buena estudiante.
Gracias. Mi querida y admirable mtra. ud es un ejemplo a seguir, una personalidad extraordinaria. Y muy acertadas sus observaciones, eh trabajado para estas actividades después de las 10 de la noche, o muy de mañana debido que el día atiendo a mi nena. Las tomaré en cuenta para corregir mi escrito. Que tenga linda noche.
EliminarBuenas tardes profesoras (ines y Soco) y compañeros del curso esta es mi historia ojala les agrade.
ResponderEliminarSUEÑA
Erase una vez en un pueblo muy, pero muy lejano, ubicado en las altas montañas del estado de Guerrero, alla donde el frio se siente con si te acuchillaran la espalda, una y otra y otra vez, donde la neblina es un complemento de las frias y oscuras noches de invierno de este pueblo llamado "la Cima", ahí vivia un extraño viejo de barba larga y anudada como si no le prestara atencion a su apariencia fisica, que para él, eso pasa de largo, su cabaña la constituian trozos de encino viejo que por la edad se caian solos y poco a poco pasarian a ser parte de la corteza terrestre en forma de abono para las siguientes generaciones de plantas,el viejo vivia solo pues tras una terrible tormenta que azoto la cima perecieron su mujer y su hijo de escasos 14 años, por lo que para él, la vida ya no tenia sentido y asi paso los ultimos 16 años.
hasta que un dia,escucho un sonido agudo lejano, pero constante, como si se tratara de alguien que pidiera ayuda, al momento no le presto mucho caso, pero al ser tan insistente la tranquilidad que le caracterizaba se esfumo por completo, de tal modo que se dispuso a acudir al llamado de esa voz que le solicitara auxilio, no sin antes, tomar ese compañero fiel e inseparable que le habia proporcionada el sustento, su machete, comenzo a bajar y a bajar poco a poco la montaña.
Lentamente, bajo cada sendero del camino, que se encontraba cubierto de ramas de árboles caídos, hojas secas de encino, y hasta animales muertos por otros más feroses que ellos, eso no fue motivo para que el viejo declinara, más aún si ese sonido que solicitaba su auxilio ya se escuchaba cerca, bajo y bajo hasta encontrar el lugar de donde provenía ese lamento, que habia logrado captar su atención inmediata, era un pozo poco profundo pero debido a la oscuridad de la noche y opacada aún más por la espeza neblina de invierno, no lograba visualizarse nada, con la ayuda de su fiel compañero corto varias ramas delgadas de encino joven, de tal manera que hizo una cuerda larga y la sumergio en el pozo, metio y metio lentamente hasta que ese sonido dejo de escuccharse por completo...
...creyo que tal vez había llegado demasiado tarde.
Se quedo un momento pensando, ¿y si hubiera venido cuando escuche esete sonido de auxilio por premera vez? ¿si tuviera unos años menos talvez hubiera bajado con mayor rapidez?, en fin, las cosas suceden por algo, saco lentamente la cuerda echa con las ramas de encino joven ahora con un poco de dificultad, tal vez por que se atoraba en las paredes de ese pozo saco y saco hasta que al fin término, pero al salir toda lacuerda,
!SORPRESA¡ venia bien sujetada una tierna y alegre ardillita, que desde entonces fue la conpañera de ese grotesco pero desde ahora alegre viejo de las montañas.
Conpañeros espero que les haya agradado mi historia
gracias
un saludo
Querido maestro Chencho:
Eliminar¡Nos engañó! nos dijo que no sabía redactar y su escrito nos demuestra lo contrario. ¡No se vale!
Muy bien maestro. Sólo le sugiero la acentuación correcta, ya que ésta es muy importante para el significado de las palabras.
Un abrazo. Excelente historia y un final...¡sorpresivo!
Buenas tardes compañeros y maestras Inés y Socorro, en esta sesión que fue la primera que tuve con los compañeros del grupo de la mañana, me agrado mucho y tal como la canción decía de Facundo Cabral, en resumen: este es un buen día para empezar.
ResponderEliminarLa siguiente historia titulada “La Bailarina Errante”, fue escrita con el afán de entretenerles.
La bailarina en errante
Cuentan alumnas y compañeras de trabajo del CEB 7/2, que en el turno vespertino aparece una mujer vestida de blanco y de llamativa figura por las canchas de basquetbol, y voleibol. Lo curioso es que solo las mujeres pueden verla, ya que los veladores no la han visto aunque dicen haber oído ruidos extraños, como de zapatillas. También cuentan las vecinas que la han visto bailar en la cancha el vals de graduación y algunos otros bailables. Se cuenta que fue una alumna que se suicidó por no haber acreditado el curso de Danza y que nunca se repuso, y baila por si la encuentra la maestra de danza y a ver si así logra aprobar para que su alma descanse en paz.
Escrito por:
Eugenio Villanueva Moctezuma
Eduardo Rodríguez Pastor
Rita Guadalupe Arzola Escobar
Oscar Peláez
Benigno Cruz
Querido maestro Lalo:
ResponderEliminarGracias por mandarnos la historia del equipo, sólo falta la suya.
Un abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarBuen día, este es la historia que escribí, espero no sea demasiado tarde, aun no la he terminado.
EliminarAmor a la Docencia
Capítulo uno. El arribo
En el Centro de Estudios de Bachillerato 7/2 “Ignacio Comonfort Ríos” en a ciudad de Tlapa de Comonfort Guerrero, cierto día arribó un profesor procedente de una ciudad del norte del país, buscando emplearse en tan afamada institución escolar.
Su nombre era Hermenegildo Borges de 37, era de pelo negro algo relamido, complexión delgada y mirada seria. pasó a la dirección con el afán de entrevistarse con el director, como ya lo habían establecido en una cita previa vía telefónica. El director, profesor Mastachi, lo recibió haciéndolo esperar por más de una hora debido a ciertos asuntos relacionados con el profesor al que posiblemente cubriría el profesor Borges. Los alegatos y regaños se escuchaban hasta el pasillo que conduce a la oficina del director, la secretaría del profesor Mastachi de nombre Eva, le sonreía a Borges tratando de hacerlo sentir cómodo ante la situación, pero Borges parecía no necesitarlo, su semblante era serio e indiferente, y permaneció inmutable hasta llegar su turno de entrevistarse con el director.
Finalmente pasó a la oficina del profesor Mastachi y lo saludo con un fuerte apretón de manos al tiempo que se presentaba diciéndole su nombre, le ofrecieron tomar asiento y disculpas por la tardanza, Borges se sentó e inmediatamente le extendió su currículum. El director examinó los documentos asintiendo con la cabeza de vez en vez, - muy bien – exclamó Mastachi, y le explicó que se trataban de 15 horas frente a grupo en la asignatura de Química con los grupos de primer año. El director le explicó: Mira Hermenegildo, esta es una institución seria y regida por la disciplina y trabajo en equipo, así como deberás presentarte a las reuniones de academia en la segunda semana de agosto...
Se trataba de un día nublado a finales del mes de julio, y amenazaba la lluvia, después que Borges se enteró que todo el trámite burocrático se había completado y tenía las fechas para las reuniones e inicio del semestre fue a su apartamento a planear los días que se avecinaban.
Capítulo dos. El inicio de clases
Seguía lloviendo, las reuniones en toda una semana con chaparrones se llevaron acabo sin novedad salvo la presentación de Borges ante los demás compañeros de la institución que vieron en el nuevo compañero seriedad pero nada fuera de lo normal. Al iniciar las clases en el homenaje se dio la presentación del profesor Borges por parte del director ante los alumnos, nuevamente no hubo indicios de que se trataba de algo extraordinario y algunos alumnos dijeron un profesor más. Pasó una semana y ocurrió un evento que hizo recordar a Borges días de escuela, al ver un ave que no podía levantar vuelo miró en rededor, y al percatarse de que no había nadie cogió al pájaro acariciándolo y llevándolo hacia la cancha de fut bol acariciándolo suavemente en un movimiento fuerte le jaló el cuello rompiéndoselo observando como su cuerpo espasmódico cada vez más quedaba inerte, acomodándolo gentilmente sobre el pasto se retiró después de su hora ahorcada y se dirigió a sus labores.
Querido maestro Lalo:
EliminarNo se vale, tiene que terminar la historia ¿es la del equipo o la suya? Esperamos que suba la parte que falta eh?
Un abrazo
Antes que nada buen día compañeros, me he atrasado en los trabajos por faltar un día pero me estaré aplicando en ellos
ResponderEliminarLA NIÑA Y LA OFRENDA
En un pueblo de la montaña de Guerrero vivía una niña y su papá, el papá era un señor que después de que su esposa después de morir se dedico al vicio del alcohol descuidando a su hija, la niña era muy apegada a las costumbres que su mamá le había inculcado, se acercaba el día de los fieles difuntos y quería esperar con ofrenda y un altar a su mamá. Salió de su casa a buscar a su papá para que le diera dinero para comprar las cosas para la ofrenda, y por lógica el papá se encontraba en la cantina que ya había adoptado como segunda casa.
Hija: papá necesito que me des dinero para comprar las cosas para esperar a mi mama con unos tamales, atole, flores y una veladora para qu alumbre su camino de regreso con diosito.
Papá: hija no creas en esas cosas tu mamá ya está muerta ella no vendrá a comer y ni por las flores además ya no tengo dinero solo me quedan 2 pesos ten llévatelos y no me estés molestando.
Hija: ay papá prefieres estar en el vicio que no recibir a mi mamá (llorando)
La niña salió corriendo de aquel lugar y se fue a su casa con los 2 pesos compro maíz e hizo la masa para tamales mato una gallina de las que tenia e hizo los tamales, fue al campo a cortar flores silvestres para su altar, no le alcanzo para el atole y le puso agua de limón. Contenta la niña puso el altar para su mamá, llego la noche y se fue a dormir.
El padre tomado como todas las noches llegaba a dormir, en esa ocasión entro y se calló frente el altar y no se pudo parar. Pero escucho la voz de su difunta esposa que decía pasen amigos vamos a comer un tamalito que mi hija preparo para recibirme es una niña muy inteligente y linda, ya que se y van de regreso la esposa miro a su esposo y le dijo gracias por darle los 2 pesos a la niña para mi ofrenda, te encargo que la sigas cuidando.
Desde ese día el papá dejo de tomar y empezó una nueva vida al cuidado de su hija.
Querido maestro José Alberto:
ResponderEliminarGracias! no importa que se haya atrasado un poco, lo importante es que se esté poniendo al corriente, continúe con las demás actividades, ya vi, que las está enviando y eso habla muy bien de usted. Con gusto le puedo sugerir personalmente el uso de guiones en los diálogos y algunos acentos.
Un abrazo y mi cariño de siempre.
Buenas noches queridas maestras. Aquí les dejo mi relato. Espero que les agrade. Lo titulé:
ResponderEliminar8 millones de historias
--Clara, la ventana, por favor.
--Sí abuela. En seguida. ¿Quieres que encienda la radio también?
--No. Lo intentaré más tarde.
--Está bien. Me voy. Te veo más tarde. Te quiero.
Todos los días Elena se levantaba a las 6 de la mañana, y ayudada por su nieta Clara de 25 años, se vestía con esas largas batas que la hacían sentir cómoda y ligera. Se ponía sus pantuflas y se acomodaba el escaso y blanco cabello que evidenciaba el paso de los años. Con mucho esfuerzo caminaba hacia la ventana que daba a una de las calles más concurridas de la ciudad de Nueva York, Times Square.
Elena vivió la mayoría de su vida en una población de Nueva York. Creció entre animales de granja y entre gente aburrida y extraña. Siempre quiso ser enfermera. Así que a los 19 años ingresó a la Universidad de Columbia para cumplir su sueño. Cuando terminó sus estudios de enfermería consiguió trabajo en un hospital del centro de Manhattan y ahí trabajó por mucho tiempo. Su intención nunca fue renunciar a su pasión por ayudar a la gente. Sin embargo, el Parkinson la hizo cambiar la sala de urgencia por aquel rincón del cuarto piso del edificio donde vivía con su nieta Clara.
Después de que Clara se iba a trabajar, Elena se quedaba prácticamente todo el día sentada en su sillón rojo observando por su ventana. Veía a las personas ir y venir muy apresuradas, y tan ocupadas que ignoraban que estaban siendo los protagonistas de una historia. Y cuando Elena veía a alguien que le parecía curioso o que de alguna manera le llamaba la atención, entonces Elena comenzaba a construir sus historias.
--Aquí viene Joaquín—pensaba Elena, al mismo tiempo que el Parkinson de su mano le sacudía casi todo el cuerpo. --¡Pobre! No ha tenido un buen día. Ayer le avisaron que su esposa sería sometida a una cirugía de grandes riesgos. Y eso no era todo. Hoy Joaquín no sabe cómo la va a pagar.
--Allá va Joaquín. Espero que todo se arregle para él—Suspiró
Había veces en que Elena ponía la radio en su estación favorita de música francesa para inspirarse un poco al crear las historias. Y así entre notas de acordeón francés continuaba imaginándose vidas.
--¿Quién es esta mujer tan hermosa? Oh! Es Katie. Hoy recibió flores de su novio. Finalmente le propuso matrimonio, y ella gustosamente aceptó. Ahora va presurosa a casa a contarle a su mamá. Van a planear una boda de ensueño.
--¡Miren a estos dos!—Decía Elena en voz baja mientras miraba con atención a un hombre y a una mujer de aproximadamente 35 años los dos. --Van corriendo rápidamente en direcciones opuestas y no saben que van a chocar. Tampoco saben que está en su destino toparse dos veces. La primera es ésta que está sucediendo. La segunda será en un futuro próximo, cuando ambos traten de abordar el mismo taxi. Él se lo cederá y ella estará muy agradecida. Y por razones que sólo el destino conoce, jamás se volverán a ver. –Me ha pasado tantas veces—Se dijo a sí misma.
Y así seguía todo el día.
ResponderEliminarElena había vivido todo el tiempo entre el mostrador del hospital y la sala de urgencias. Había conocido a todo tipo de personas y lo había visto todo. Era lo suficientemente grande y experimentada para reconocer las sensaciones y situaciones que las personas atravesaban sólo con observarles la cara por un segundo. Odiaba la televisión, y leer le cansaba la vista. Así que cuando dejó el hospital optó por sentarse en su ventana, observar y crear historias de personas que ignoraban su existencia. Eso la entretenía más que cualquier cosa.
--¿A quién conociste hoy abuela?—Le preguntaba Clara cuando llegaba del trabajo.
--Hoy conocí a muchas personas como siempre—Respondía Elena.
--Sí, lo sé. Pero ¿Quién te llamó más la atención?—Insistía Clara.
--Pedro—Contestó prontamente Elena e hizo una pausa para llenar sus pulmones de aire y continuar con la historia. –viene de Ecuador. Tuvo que salir de su país y dejar a su familia para venir aquí a trabajar. Es evidente que los extraña, pero había algo más en ese rostro triste y cansado que no pude descifrar a tiempo porque dobló la esquina antes de que yo pudiera terminar con su historia.
--invéntale un final, abuela—Dijo Clara.
--No. No tiene caso.
Los pocos años que le quedaban a Elena de vida, los vivió creando historias de gente con la que nunca cruzó palabras. Nunca repetía las historias. Éstas siempre tenían algo, además del protagonista, que las distinguía de las demás.
Elena murió a los 87 años a causa de un paro respiratorio. Clara la encontró sentada en aquel sillón rojo que escuchaba todos los días sus historias, tomó su mano y le dijo entre llantos: --¿Por qué nunca me contaste tu historia, abuela?
espero que no sea muy tarde.
buenas noches
Querida maestra Rita:
ResponderEliminar¡Simplemente, magistral! Uso usted uso de la mayoría de los recursos de redacción, supo combinar muy bien la descripción, el diálogo y la narración. Y no, Rita, nunca es tarde para nada, sólo para no hacer las cosas que pueden transformarnos la vida por completo. Atrevámonos!
Un abrazo